El trastorno de personalidad provoca una gran inestabilidad afectiva y conductual que altera y perturba al paciente y a las personas con las que convive.
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Un trastorno de personalidad suele tener su inicio en la adolescencia o a principios de la edad adulta. Es un patrón de comportamiento permanente que se aparta de lo que se considera habitual en la cultura de la persona que lo padece. Se manifiesta en la forma de percibir el mundo que le rodea, la afectividad, las relaciones interpersonales y el control de los impulsos.
Las personas con este trastorno, a menudo presentan incertidumbre de quiénes son, cambiando rápidamente sus intereses y valores con respecto a las personas o a las cosas. Suelen pasar de un punto a otro en cuestión de segundos, o todo es bueno o todo es malo.
Algunos de los síntomas son miedo al abandono, intolerancia a la soledad, sentimientos intensos de vacío y aburrimiento, manifestaciones frecuentes de ira inapropiada, impulsividad hacia el consumo o las relaciones sexuales, crisis repetitivas y la posibilidad de auto-lesionarse.
El trastorno de personalidad provoca una gran inestabilidad afectiva y conductual que altera y perturba al paciente y a las personas con las que convive. Todo ello genera un deterioro en las distintas áreas de la vida (laboral, personal, social, etc.) así como un malestar significativo a quienes lo sufren.
Los TP más conocidos incluyen el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), el Trastorno Narcisista, el Trastorno Antisocial, el Trastorno Evitativo, y el Trastorno Dependiente, entre otros.
Si crees que a ti, o a alguien de tu entorno, le puede estar sucediendo algo parecido, en Centre Londres 94 podemos ayudarte.