La adicción al sexo se caracteriza por un comportamiento compulsivo y obsesivo por mantener relaciones sexuales o ver porno para satisfacer un deseo incontrolable.
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Quienes padecen este trastorno no tienen control sobre sus deseos y no pueden parar de realizar conductas sexuales como, por ejemplo, masturbación compulsiva, consumo de pornografía en exceso y otros actos sexuales siempre de forma desmesurada.
Cada vez necesitamos estímulos más fuertes para excitarnos, de manera que las relaciones normales y/o naturales dejan de interesarnos. Todo ello acaba perjudicando enormemente nuestra vida sexual y en consecuencia afecta a todos los ordenes de la vida de pareja, familiar, social y laboral.
En ocasiones este comportamiento va asociado o acompañado al consumo de alcohol u otras drogas lo cual lo hace doblemente perjudicial.